viernes, 4 de septiembre de 2009

METAMORFOSIS DEL TIEMPO

AGOSTO 25 Martes



Una extensa arquitectura de nubes, pequeñas, algodonosas, que por breves instantes arden de fuego al amanecer, y transmutan el cotidiano azul de las aguas en líquidos rosas y naranjas. Así comienza, fugazmente, - sólo uno o dos minutos -, la mañana.

Mientras, va entrando en la rada del puerto el asiduo navío que une a la ciudad con África.
Con su habitual silencio, aminorando la marcha, a su alrededor todo aparenta estar aún dormido.

Una enorme bandada de negros y pequeños mirlos vuela sobre las palmeras buscando acomodo en ellas para iniciar a sus anchas su concertada sinfonía canora.

El sol se hace esperar, la nubosidad le detiene durante unas horas, intenta retrasar su plena apoteosis, lo cual es excelente para poder andar un rato, evitando la abrumadora catarata de su calor incandescente.

Aunque un poco a trasmano, paso cerca de la leonada puerta del cementerio inglés, sito al pié del altozano de pinares que cierra las espaldas del barrio. Es un recinto cercado por altas y crecidas buganvillas que sobresalen por encima de sus muros, todo él asediado por la ingente vegetación en parte descuidada y libremente adueñada del mismo. Su estampa romántica y misteriosa, semeja poseer extrañas ánimas, que abandonaran el lugar traspasando la cancela , y trastornadas e invisibles pasearan con los transeúntes a cualquier hora.

El poniente aprieta decidido, se hace hoy señor del mediodía. Levanta olas y espumas en la playa, hoy más vacía de bañistas. Ya al principio de la tarde, obstinadamente ventosa, ha puesto en ebullición a toda la superficie de la bahía. Por toda su extensión asoman las blancas crines de las crestas del oleaje desplomándose.

Las aguas toman un color verdeamarillento bajo el sol, que sólo sombreadas bajo las nubes recuperan su matiz de oscuros azules.

Hoy también un gran paquebote al mediar el día zarpa.
Largando amarras y haciendo resonar sus sirenas al mismo tiempo.

O intentándolas hacer sonar. Apenas consigue, -- varias veces lo pretende -- , una afónica vibración que desea ser un sonido.

Avergonzado se pierde en poco tiempo tras el horizonte.




© Acuario 2009

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