viernes, 25 de septiembre de 2009

METAMORFOSIS DEL TIEMPO

SEPTIEMBRE 25 Viernes


Mientras el firmamento retira su escenario de sombras, la poderosa maquinaria iluminada del alba desarrolla su plena arquitectura esclarecida. Sólo dos estrellas, como dos lagrimones radiantes de luz, deja a sus espaldas la noche cuando inicia su marcha y recoje su hatillo de luceros, lleno de tierna luz de luna de la madrugada.

El mar sigue siendo una maravilla inexplicable en su infinita extensión de sólida tibieza.
Sólo un pescador en la orilla resiste sobrecogido a la inmensa evanescencia de flamígera naranja líquida del cielo.

La incesante llamada de los pájaros a la mañana surte efecto y acude finalmente envuelta en la seda cristalina de la brisa de levante. Hay una sosegada letanía de blancas espumas en la orilla que sólo la solitaria arena escucha.

Hoy las ocupaciones iniciales son pagos e ingresos. En la sucursal bancaria, en hora temprana, - es cierto -, no hay nadie. Desde allí, camino un trecho por las aceras de las avenidas que llenas de vehículos escupen ruidos y humos diversos. Me escapo en dos zancadas y vuelvo a la tranquila discreción de mis calles en sombra que contemplan el mar y la playa.

Que se exhibe luminosa y excelsa con sólo dos docenas de bañistas. Las adecuadas y generosas distancias entre ellos en la arena, acrecientan su evidente complacencia feliz adormecidos al sol. El agua es hoy verdiazul, tenue ámbar en la orilla.

La luz del mediodía es más clara, sin la textura marfil de ayer. El horizonte se ha ribeteado de algunos jirones de nubes que ceden su soberanía completa al regio sol en su cenit.

Con la tarde inicio mis tareas, que me ocupan no sin cierto agrado bastante más tiempo de lo habitual. Cuando concluyo, vuelvo paseando. En el parque florecen con las tardes de otoño algunos mendigos soleándose tumbados sobre los bancos. Hay alguna fuente que desgrana con enigmática serenidad su salmodia de agua.

La noche accede sobrecogedora y húmeda. En su red de grisura creciente va atrapando las luces de la bahía, sin atender las protestas continuas que las olas le expresan.




© Acuario 2009

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