martes, 29 de septiembre de 2009

Laberinto


Atrapada en un absurdo laberinto,
de espejos deformantes,
de indicaciones engañosas,
donde nada es lo que parece ser.

Donde las palabras son
un mero elemento decorativo;
auténticos tesoros huecos
capaces de albergar cualquier contenido,
cambiante a la velocidad de la luz.

Recinto pavloviano al servicio de
no sé qué indescifrable experimento,
en el que está previsto el castigo
tanto para la acción como para la omisión.

En esta confusión, en la que
solo hay puertas falsas, cerradas o secretas,
me abandono; desisto de buscar una salida
-dudo incluso de que la haya-.
Solo cabe esperar hasta no sentir, no pensar, no-ser.

© Ofelia 2009

2 comentarios:

  1. "En esta confusión, en la que
    solo hay puertas falsas, cerradas o secretas,
    me abandono; desisto de buscar una salida
    -dudo incluso de que la haya-.
    Solo cabe esperar hasta no sentir, no pensar, no-ser".
    ¡Cuántas veces coincido con este pensamiento!..
    hermoso!!..

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  2. Gracias por tu visita y tu comentario, Klaus.

    Un saludo

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