lunes, 21 de septiembre de 2009

METAMORFOSIS DEL TIEMPO

SEPTIEMBRE 21 Lunes


Espléndido cielo, como jugo de naranja, a las ocho de la mañana, derramándose incesante sobre las aguas hasta que inevitablemente se olvidan hoy de todos sus azules.

Nada más que el vacío firmamento, observando a la ciudad que inicia sus cotidianas tareas en una fresca mañana que el sol comienza a templar pausadamente.

Todo sería perfecto si no hubiera que ocuparse de nada. Uno puede reconciliarse con todo, presente y pasado, siempre y cuando la única ocupación fuera convivir sólo con el más excelso ocio.

Pero a falta de la oportunidad gozosa para lograr vivir en la desidia más absoluta, el bienestar del diario ejercicio, las pequeñas ocupaciones, ir y venir tras ellas o con ellas, en estas luminosas horas iniciales del día son a fin de cuentas jubilosos quehaceres, radiantes espacios de bienestar.

Bajo esta luz amable y septembrina los habituales y asiduos aficionados al baño parecen más estáticos todavía. Con el agua cristalina y quieta, calmada, y apenas una brisa ligera, todo parece detenido y ausente a media mañana.

Sólo después, en esas horas centrales del Ángelus, el cielo recompone sin prisa su techo olvidado de nubes entreabiertas. Hay un cierto desánimo en la playa con la luz y el calor ausente. Pero al cabo de apenas media hora, el sol luce sus galas nuevamente, en un me voy y ahora vengo, que semeja una medio broma.

La tarde con desconocidas artimañas obliga a quedarse en su sitio al sol caprichoso y burlón y lo sujeta en unas horas sedentes, apaciguadas, que van extendiendo con calma su lenta mansedumbre bañada de oro vespertino y tibio.

Cuando vuelvo del trabajo hay un ligero levante, que anima una inicial rebeldía, en unas aguas ahora resueltas, e incitadas a recuperar un azul olvidado e intranquilo.

En la lejanía algunas nubes intentan esconderse, vistiéndose de un rosa con empeños de evanescente marfil, mientras la muchedumbre de avecillas no cesan de reclamar, con inacabables trinos, su misterio al crepúsculo, pero éste oculta todos los enigmas fingiendo estar inmóvil, aparentemente quieto.



© Acuario 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario