jueves, 10 de septiembre de 2009

METAMORFOSIS DEL TIEMPO

SEPTIEMBRE 10 Jueves




Hoy no hace falta extender los toldos en la terraza.
Lo he podido comprobar al ir temprano a realizar dicha operación habitual en el verano.

Hoy el día viene con un espléndido entoldado en el que el sol, - empeñoso pintor -, dibuja sorprendentes y aéreas amapolas, rosados sueños, enardecidos doseles de nubes doradas y quizá somnolientas.

Su exuberante paleta se derrama generosa por el cielo y espejea delirante por la superficie, a la que llena de colores, del agua, - quieta, relajada, tranquila al fin -, en la bahía desocupada y solitaria.

Mientras tanto por su parte, un punto altivo e indiferente, a su aire, silencioso, entra en el puerto el níveo perfil marinero del buque de pasaje que cotidianamente une a la ciudad con África.

La mañana parece bajo su mando, con su digna autoridad naviera, iniciarse de forma oficial.

El empedernido caminante que habita en mí me impele ineluctablemente a ponerme en marcha tras el desayuno. Eximido hoy del sol, mi condena es así más gozosa.

Con la brisa ligera el sendero de arenas parece absorto en su silencio.

La mar quieta ha vuelto, - quizá por unos momentos -, a sacar del guardarropa su chaqueta gris, en cuyo bolsillo superior le asoma, solo un poco, el blanco pañuelo de algunas olas en la orilla.

Al mediodía el aire revolotea a su placer, alegre y festivo, locuelo, ventanas abiertas, por toda la casa. El sol se ha abierto camino entre las nubes y consigue hacer de los pocos bañistas que hoy han acudido a la playa, felices robinsones cada uno en su isla.

Pero por la tarde de nuevo, altas e imprecisas, tambíén distintas, - no hay una que tenga perfiles definidos - , y asimismo extensas, reocupan el cielo y lo vuelven a pintar de suaves cremas, dudosos marfiles, cambiantes malvas, escondidos rosas.

De blanco casillaje, - sobre el fondo gris del firmamento -,en la lejanía y resplandeciente con el último sol, hay un solitario navío.

El horizonte quiere sin conseguirlo ocultarse detrás suya.





© Acuario 2009

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