lunes, 14 de septiembre de 2009

AEROSTASIA DEL TIEMPO

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Altibajos y turbulencias, hoy el día me ha mostrado todo un abanico de situaciones, diversas, distintas, y cargadas de intensidad personal, no emocional, que en eso de las emociones hace tiempo que el desasimiento ha iluminado mi vida, situándome por encima de los inconvenientes y las adversidades o errores.

Nació la mañana, con una bruma que rápidamente fue diluida por el sol pujante. Una temperatura plenamente primaveral, asi que decido visitar a un amigo para consultarle sobre las dificultades que voy encontrando en las mediciones que intento obtener de las válvulas termoiónicas. En la ruta el cielo va encontrándose cada vez más despejado, hay una tímida hierba sobre los campos, gracias al agua, que aunque escasa, ha logrado recibir la tierra.

Una fogata levanta una columna de humo casi vertical, llenando el aire de su olor acre al pasar a su lado la carretera.

Intentamos aclararnos con las medidas de los aparatos, mi amigo ha recibido para su venta un aparato aleman, nuevo, capaz de testear con precisión, y como buen vendedor me lo oferta, con amplias facilidades de pago. Esta excelente máquina, nueva, fabricada en 1957, ha sido abierta de su caja de embalaje solo hace unos días, su construcción de madera, es inmejorable. Pues nos enamoramos la máquina y yo, y aquí estoy de vuelta, alegremente provisto de un elemento de comparación para las medidas que obtengo. La situacion es que tan nuevo que la inserción de las valvulas con sus patillas es harto dificil. Pronto lo comprobaré, al intentar medir una, y romperla al insertarla. Hay veces que la ignorancia es mas prudente, me digo al observar el estropicio, ¿quien me ha metido a comprobarlo todo? No vale la pena mirar para atrás, me digo alegremente.

Apenas me doy cuenta, la tarde se ha cerrado detrás mía. La noche hace acto de presencia, el aire, terral, trae calor y se lleva la humedad de estos días pasados. Las gentes en el paseo tienen ganas de disfrutar de la nocturna temperatura, hay animacion y bienestar en las terrazas concurridas.

Como es natural, no dejo a la pandilla felina sin su cena. Con dos silbidos acuden todos, pero hete aquí que veo escondido al enemigo de Susanito, al enorme gatazo Lost, que a veces se pasea por estos rincones, y le da unas tremendas palizas al pobre Susanito.
Con cuidado, me llevo a éste hacia terrenos más alejados, veo que no ha percibido la presencia de su contrincante callejero, y le dejo algo de comida, en lugar más seguro, esperando que no haya peleas si no coinciden.

Es tan agradable la noche, que nada me preocupa, ni gatos peleando, ni electrónica de vacío irremplazable casi y rota.

A veces yo ni me lo creo, pero en algún lugar he de poner el sombrero, pues en el de la tranquilidad siempre.




28 Febrero 2009
© Acuario 2009

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