jueves, 20 de agosto de 2009

VARIACIONES SOBRE UN MISMO TEMA


Todos coinciden en que Susana se divirtió en su juventud.


Después de tontear un poco con ellos -disfrutaba viendo los hombres a sus pies- rechazó las proposiciones de cada uno de los miembros masculinos de su pandilla

-ninguno estaba a su altura, punto de vista inducido y corroborado a posteriori por su entorno, entre ellos, su madre-; y a punto estuvo de quedarse sola, porque poco a poco fueron emparejándose.

Pero, como no podía ser de otra forma, el príncipe azul se presentó en el momento oportuno.

Él era guapísimo, con mucho mundo (quince años más que ella) y sumamente distinguido. Nada más conocerlo supo que había nacido para casarse con él (opinión compartida por su madre, sin necesidad de ver lo guapo y distinguido que era; le bastó con saber que era el hijo del Concejal Presidente de la Junta de Distrito).

La boda fue fastuosa. Ella, bellísima y emocionada; él, elegante y enamorado; la madrina (esposa del concejal) desfiló hasta el altar con su hijo del brazo y los ojos empañados en lágrimas (aunque es un detalle que ayudó al lucimiento de la ceremonia, la causa de su congoja no era la alegría, sino que no había podido convencer a su hijo de que ella no lo merecía).

El progenitor del novio no se dejaba alterar por la situación: era normal que el chico bebiera los vientos por ella; estaba buenísima.

Los padres de la novia tocaban el séptimo cielo: su muñequita estaba colocada; ya podían irse tranquilos al otro mundo. Y a los hermanos parecía sentarles bien emparentar con las fuerzas vivas del lugar.

Los amigos de la pandilla no acudieron al enlace. Su ausencia no se debió a la falta de ganas de acompañar a Susana en un día tan señalado, sino a que no fueron invitados. Cualquiera hubiera hecho lo mismo, no era conveniente.


© Ofelia 2009


2 comentarios:

  1. Me he vuelto "fan" de esta historia femenina...busqué los relatos anteriores y me han encantado.

    ¡Saludos!

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  2. Muchas gracias. Me alegro de que te haya gustado.

    Es un verdadero placer recibir tu visita y tus comentarios.

    Un afectuoso saludo

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