jueves, 27 de agosto de 2009

METAMORFOSIS DEL TIEMPO

JULIO 10 Viernes




LLama a la puerta el nuevo día desde la densidad inmensa de las humanas noticias. Hay que encontrar los pasos que ayer dejamos perdidos y reandar con ellos las mismas distancias, aun cuando la luz sea otra, incluso si el sol es sólo un presagio irreal y la mañana desvaría.

La vida cargada de oscuridad y preguntas, en el morral, sin respuesta.

El camino tiene la misma luminosidad pasada, bajo las palmeras sin sombra, entre las arenas llenas de sal, y las inexistentes olas de una mar en inútil calma.

Es cristal de llanto invisible la mañana.

Vuelvo como siempre, surcando rutas urbanas, en la búsqueda de la penumbra amable, bajo las arboledas, protegido por los edificios que poco a poco se despiertan. Con un sombrero de paja, ahora ocioso en la mano, mientras las piernas desandan sin prisas las huellas que hace un rato olvidadas dejaron.

Descansa sosegado el viento. En el mástil de la playa, la bandera de los socorristas, exánime, intenta dejarse caer sobre el arenal de la orilla.

El sol alza su vuelo, señor de todo el firmamento y dueño de todas las horas.

Hoy el mar se ignora a sí mismo, con un lamento verdoso, hondo y quieto, sin ideas.






© Acuario 2009

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