viernes, 28 de agosto de 2009

METAMORFOSIS DEL TIEMPO

JULIO 12 Domingo




No hay que intentar descubrir el rostro de la mañana, transparente y fugaz. Desde el silencioso comienzo del amanecer, sólo ataviado con los alegres trinos de los madrugadores gorriones, se va dilatando un espacio de claridad cada vez mas fluída y blanca.

El mar hoy pensativo no se decide a inundar la playa de soñadores rumores.
Las aguas descansan en su huidizo universo cobalto y azul.

Ni una sola nube acompaña a la inmensa soledad del cielo.

Aunque la hora es temprana, siempre hay algún bañista anticipándose al mediodía pletórico que al final llega, imperceptible, evanescente y saturado de luminosidad. Desde la altura de su mágico emplazamiento celeste, ofrece su callada ternura, entrega su cíclico lugar cronólogico a la interna medida de cada viandante, a cada pasajero de su tiempo incontenible y eterno.

Sólo algunas voces, algunos juegos, escasos vehículos, algún gorjeo. La calle enmudece, al sol pocos pasean.

Únicamente la sombra abre sus brazos al encuentro, a la presencia, al mundo de los seres y las cosas.

La luz, al mediodía estalla.





© Acuario 2009

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