lunes, 24 de agosto de 2009

METAMORFOSIS DEL TIEMPO

JULIO 4 Sábado




La tarde descansa finalmente bajo una ligera y fresca brisa marina de poniente.

Toda la mañana ha estado llegando, inhóspito y caluroso, el viento del interior, de tierra.
Desde una atmósfera seca, sin la defensa que la humedad habitual del mar proporciona, el sol ha caído a plomo desde las primeras horas del día.

La playa se llenó generosa hoy, madrugadora, de gritos, risas, gentes, colores, alegría.

El mar, verde cristal gélido casi.

Nadar en él es cambiar de hemisferio, pero capaz de renovar el curso detenido de las energías del organismo. El contraste entre el agua y la tierra se hace abrupto y estimulante. Es renacer de nuevo.

Como es habitual en mí, apenas hago nada. Dejo que pasen las horas de la siesta, dormito un poco, escucho Radio Clásica.

Me asomo al ordenador, leo noticias, sigo algunas, me ocupo escasamente en ninguna actividad.

Dejo a la tarde decidir por si misma.




© Acuario 2009

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