sábado, 22 de agosto de 2009

METAMORFOSIS DEL TIEMPO


JUNIO 29 Lunes



Sobre mi cabeza, ( hoy me he olvidado mi habitual sombrero de paja trenzada para defenderme del sol ), afortunadamente hay una extensa nube, en el centro del cielo despejado y azul. Pareciera un pegote de cal estrellado contra el firmamento, con fuerza tal que sus bordes se ven espiculados y aunque no es densa, supone una agradecida protección que alivia el calor del paseo.

En el mar, en la rada, de las anclas sujetos, tres navíos señalan gracias a sus amarradas proas la dirección del viento.

La mañana bulle de ruidos al otro lado del paseo marítimo, el tráfico intenso, la actividad de la ciudad en este día que inicia la semana, lunes.

En la playa algunas palomas acuden a comer las migas del pan que sobró la vispera, y que me llevo en los bolsillos para ellas. Sé que siempre hay alguna que me espera al pasar.

El viento rola y se hace suave levante al mediodía.


Hoy el agua está fría. Pero al cabo de unos minutos, nadando, el cuerpo se acostumbra. El mar ostenta un opaco verde inquieto, de olas animadas que rompen en la orilla sin demasiado estrépito.

Un rato breve al sol, se hace necesario tras el baño. Habitualmente no me expongo a la radiación solar, soy prudente en ello, salvo alguna vez, tal como ésta, que se precisa recuperar temperatura.

Convive en nuestra vivienda una tortuga de agua con nosotros, animal tranquilo que se pasea por la casa, se esconde bajo los muebles, y puede vérsela dandose baños en su acuático rincon, que tiene preparado para ello, o en invierno tomar el calor del mediodía. Hoy le ofrezco dos langostinos del aperitivo, se los entrego sin cascara. Buen apetito muestra con ellos.
De nombre le pusimos, Aurora.

Y la tarde planea en su luz, sin prisa.
Sobrevuela la ciudad en su tiempo sin limites.
Se entrega a descansar meditativa, sin buscar nombres ni porqués ,..... ni a las cosas ni a la vida.





© Acuario 2009

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