jueves, 20 de agosto de 2009

METAMORFOSIS DEL TIEMPO



Junio 26 Viernes



El mediodía abre su boca de fuego para tragarse a la ciudad abrumada bajo el ardiente bochorno proveniente del agostado interior. Viento de tierra, terral.

El mar muestra todavía a esta hora de la mañana las blancas crines de los tritones, la nívea espuma sobre las olas en el horizonte, debidas al empuje matinal del poniente, del aire atlántico que ha prevalecido desde el amanecer.

Pero hacia la mitad del día, ha rolado en fuertes ráfagas que traen el seco y tórrido aliento del interior de la región, sometida al verano poderoso y apasionado del sur peninsular.

El potente empeño de la ventisca, nacida en los recónditos y abrasados campos y montes de las comarcas cercanas, abatiéndose y empujando en la ribera de la playa la superficie marina hacia el interior del Mediterráneo, produce el afloramiento cerca de la orilla, del manto de agua mucho más fría del fondo de la bahía.
Asi pues, hoy, día de calor del bueno, está la temperatura de la mar equilibradamente atractiva, bien fresca y estimulante.
Nadar es tonificante, necesario, casi imprescindible.

Curiosa manera de trastornar las altas temperaturas hasta el pensamiento, las pulsiones del corazón se alborotan alrededor de sus llamaradas, la piel se expone a una buena dosis de influjos, la cegadora luz nubla la razón y los deseos ganan presencia....

......o no. Todo es cuestion de vivirlo.




© Acuario 2009

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