domingo, 30 de mayo de 2010

CRIPTOGRAMA DEL SILENCIO








MAYO 31 Lunes



Una creciente sensación de provisionalidad se afirma, ella sí, de manera definitiva en mi vida y entorno, en estos días de luz abrumadora e insólita que anuncian la proximidad del verano. El curso del tiempo me afianza en experiencias, y me muestra lo ilusorio de tantas ideas que tuve.

Pero el crepúsculo juega apasionado con la fugaz belleza de los colores que el cielo derrama sobre las aguas. El umbral de la noche se acerca. De un modo cierto hay momentos, y éste lo es, en que nada distorsiona la percepción de una vida que esconde un equilibrio inadvertido por mí en tantas ocasiones.

Ínfimo y minúsculo, así aceptándolo siempre, tengo la mejor de las perspectivas para contemplar la inmensidad que me rodea. El derroche de infinito cercano y lejano que me interpela con sus bromas. Máscaras que caen ante mí una a una, que tuve y tengo, que intento prescindir de ellas. Una catarata de preguntas que puedo hacerme, y que resumo en sólo una, ¿ a qué hacer preguntas ?

Acabar con los nombres que ocultan la visión directa de los hechos y las cosas. Con los argumentos que no necesita nadie, ni la luna requiere para soñar su enigmático delirio sobre el oscuro espejo del mar, atónito ante su hermosura.


Fragilidad excelsa, insuficiencia tantas veces advertida, confusión absoluta en mis pontificadas respuestas. Saberme nada ante el oceáno de Amor de Tu sonrisa.




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sábado, 29 de mayo de 2010

CRIPTOGRAMA DEL SILENCIO











MAYO 30 Domingo


Con la aldaba en su mano el estío, golpe a golpe, reclama del tiempo sus puertas abiertas. El cielo ha desplegado todo su vacío, radiante y tumultuoso. Sin límite alguno la luz ondea.

Temo tu recuerdo, agudo filo de encriptada violencia. Me opongo a releer tus palabras y tus huellas.

La tarde y yo, también tu, necesitamos el olvido. Vivir es dejar atrás la ofrenda que un día se hizo. Hasta que entregándolo todo no se camina, se vuela. Hasta que nada somos, tan sólo fuimos.

Frágil y efímero, carente de valor. ¿Dónde sino en Tí recobrar mi aliento? Acompañado de todas las ausencias, inalcanzable crece el espacio de mi silencio.

La brisa al final del día prescinde de su transparente sendero. El cristal del aire quisiera encubrirse tras su detenido e invisible abanico.

Incontables y ocultas, en estancias ignoradas, inesperadamente el corazón nuevas luces encuentra. Con delicada calma la ciudad va encendiendo las suyas

Tres es el guarismo que el asteroide DL precisa, mientras la noche asciende en su elipse de sombras.

Una voz que calla, bajo mis palabras, siempre. ¿Será la mía?




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viernes, 28 de mayo de 2010

CRIPTOGRAMA DEL SILENCIO











MAYO 29 Sábado



Viajeros en la eternidad, pasan los meses y los días. ¿Cuál es la solución a uno mismo? Del enemigo, el consejo, vivir practicando el olvido.

La obstinada deriva de la mañana es verano ascendente, mientras la barquilla de mi éxodo interior desaparece en la belleza de las aguas iluminadas por el infinito. ¿A qué remover el fuego que el tiempo al fín ha apagado? La luz cada vez más refulgente del estío es la única llama en la que habito.

El límite abierto de las cosas se ofrece a nuestro alrededor en su sencillez, limpias, perfectas. Formas nacidas del milagro de la materia, que emerge con todo su estelar misterio en nosotros. Rodeados de un enigma inabarcable, en él inmersos, ignorantes de nuestra ignorancia, así vivimos.

Tarde sin horas, detenida. ¡ Cuán inestimable es el valor de una caricia !. Todo lo que podemos saber ya lo sabe el portento de la rosa.

La vida se contempla a sí misma, asoma su curiosidad insaciable, en la mirada del niño que hoy también somos, que no sólo ayer fuimos.




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jueves, 27 de mayo de 2010

CRIPTOGRAMA DEL SILENCIO







MAYO 28 Viernes


La tarde formula bajo el inesperado dosel de nubes una luz interior, aplacada. La vida parece detener sus aristas mientras se comienza a respirar en otra atmósfera, en el espejismo de una íntima cercanía. Desde ese atrás del tiempo se enlazan al azar bajo la memoria sus rotos fragmentos caídos

Aferrado a todos los imposibles, uno a uno desplomados, tercamente vuelvo día a día a la lucha sin lograr ver el fin del camino. Cuando me doy cuenta voy ya sólo, vertebrado por mi voluntad. Mis pasos son mi camino.

Dejaré en el soplo del viento, en este cálido comienzo del verano, la callada nostalgia que busca un lugar desconocido. Sombra de luces que se apagaron, sueños lentamente olvidados, ayer ya nunca redivivo, mientras los vencejos vuelan y pasan chillando persiguiendo el eco de sus gritos.

¿Cómo olvidar la ternura con que me acompañas ?

En silencio lleno, en silencio humilde. Tu voz pronuncia mi nombre ignorado, me revela mi nombre oculto.

De Tu mano un mundo distinto surge, alada paradoja infinita, cuando me doy por vencido.





© Acuario 2010

CRIPTOGRAMA DEL SILENCIO








MAYO 27 Jueves



El sol estalla sobre la arena pero la noche aún envuelve tu desnudez. Sobre tu piel todavía juegan en confusa niebla las sombras del deseo. No construiré con el mío tu sed silenciosa. El mar a tu lado dibuja sus murmullos y susurra sus azules, en infinita calma. Pero no quiere respirar tu aura.

Intento evadir el juego de la escaramuza diaria que la vida entabla, prefiero la dimensión abierta que me proporciona la libertad y la distancia. Escasamente dispongo mi atención sobre la estela del pasado. Sólo el presente se agolpa ante mi asombro con sus interrogantes y su magia, compañero diario. ¿Hasta cuando?

¡ Es todo tan lejano y enigmático ! Matices desconocidos aparecen y se ocultan en lo cotidiano. ¿Cuántas máscaras se esconden en mí, sin saberlo, bajo la que infructuosamente eludo ?

Pese a todo, intento no romper aún los puentes, que débiles me mantienen a mi alrededor unido. Palabra y silencio, ¿cuántas veces no expreso con ambas lo mismo?

Desaparecer, sin proyecto ni camino. Sólo un desconocido entre desconocidos.

Mientras la luna emerge su acertijo de plata acaricio mi sueño, o mi delirio.





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miércoles, 26 de mayo de 2010

CRIPTOGRAMA DEL SILENCIO





MAYO 26 Miércoles


Encontrar tus palabras, olvidadas, oscuras, inciertas.

Dudo en decírtelas, porque nunca se aprende, nunca, a renunciar. Aunque la distancia sea infranqueable, aunque pasen todas las vidas y no seas ya nada. Engañarte no lo aceptas, no buscas la confusión como respuesta. A tu alrededor todo es juego, encuentros, sonrisas. Pero no logras alcanzar con tus manos el blanco trayecto, el deslumbrante enigma que el firmamento viste de nubes espléndidas.

¿Dónde dejaste el ayer que te pertenecía? Que era tuyo, tu signo era que lo vivieras. Ahora el tiempo te sobrepasa, y con irónica mirada te observa. ¿Es que no ves la blindada indiferencia que te rodea?

Has de creer en imposibles, lo que tu corazón sueña. ¿Pero dónde encontrar el impulso que te falta?

La verdad o la utopía, y eliges ambas.

Y así se agranda y aumenta, cada día alcanza más densidad y volumen la distancia. Espacios de infinito crecen bajo el peso de tu sombra ocultos.

Humano destino, que a todos iguala, porque todos somos lo mismo.

¿Y porqué ha de importarme? Pese a todo piensas.

No hay dolor en el olvido.





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martes, 25 de mayo de 2010

CRIPTOGRAMA DEL SILENCIO






MAYO 25 Martes


Furtivamente intento admirar la abierta dimensión de tu mirada, la belleza de tus ojos donde el azul se ilumina. Pareciera que el cielo hubiera olvidado en ellos todo el infinito de la mañana. Pero ¿quién puede detener, bajo la fresca sombra de la arboleda, a la tarde ya para siempre? Cualquier lugar, todo el espacio de mi silencio no basta, cualquier tiempo, la brisa, ella tambien, calla.

No es la noche tan insensata, sólo quizá antes de los tiempos hubo caminos de fuego para la condición humana. Mientras el horizonte se esfuerza en ocultar sus límites entre las sombras, cómplices el cielo y la mar en la oscura distancia se abrazan.

Insistentes el rumor de las olas, en la orilla su misterio revelan. Sin embargo la soledad que me envuelve no logra discernir nada.

Reviso atrás las páginas del día, recupero todas sus horas, la mente o yo, ¿quien lo sabe?, pero son tantas cosas, he oído tantas palabras y tantas voces.

Mas ninguna es la tuya.

Nunca hizo falta, un segundo secretamente lo expresa todo, un sólo instante, sólo hay que vivirlo, esconde mil palabras.

Elíseo edén de fuentes manando incesantes, interior infinito, ése era tu destino.

La nueva aurora se acerca, y ya alborea. Necesita tus brazos el frío del alba.




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lunes, 24 de mayo de 2010

CRIPTOGRAMA DEL SILENCIO



MAYO 24 Lunes



¿Qué hacer en este inmenso, puro vacío en el que habito? ¿Quién me llenó los bolsillos de tanta paradoja abierta e inacabada? Si me vuelvo hacia Tí, mi pregunta se deshace entre las manos, desaparece en una respuesta sin palabras. Caluroso abrazo para el corazón abatido es tu impulso infinito de ternura iluminada

Quedan sólo instantes, apenas. Pero qué lentamente pasan. Mi impaciencia no descansa. Me he deshecho de mi jugada, de los naipes y cartas que quedaban, aquellas que al azar para mí escogiste, he abandonado la partida. Que la vida continue abriendo de luz la mañana. La figura abatida del rey sobre el tablero se ve lejana y solitaria.

Labrar una huerta pedregosa, puro roquedal seco y sin agua, ya al final de la jornada no tiene sentido. Intentar lo imposible, continuar sin proyecto, sin medios, pura quimera. Bajo la opaca mirada del tiempo el mar se llena de murmullos y calma, la tarde es otra cuando la luz se diluye en secretos y nostalgia.

Me sentaré a esperar a la luna, que abra sus esferas de sueños, su mistérico silencio. Conversaré con ella con sólo prestar atención a su mirada. Quizá tenga para mí una sonrisa entre sus velos de nubes, entre sus halos de brumas arcanas.





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domingo, 23 de mayo de 2010

CRIPTOGRAMA DEL SILENCIO





MAYO 23 Domingo


Sí o nó, temblor esencial del ser y la nada. En el límite del universo de la mañana, bajo la luz abierta, todos los silencios hablan, su cifra oculta es sólo un gorrión que gorjea o una nube estática. ¿Que piensa dentro de su sonrisa el azul interminable del mar sin distancias?

No basta la omnisciencia, saber que pugnando en la misma sangre, buscando su curso, late desde siempre un proyecto que nunca elegí, que estaba en mí sin elección posible. ¿Dónde te he oído decir eso antes? Todo se resume en esta fruslería, legislación sin financiación. Y para facilitar las cosas, mejor cuesta arriba.

Volver la mirada hacia la memoria, en la puerta de embarque. Sólo falta la moneda en la boca. Mientras la tarde pasa, en instantes infinitos. No hay mejor silencio que su mirada soñolienta y llena de calma. El cielo es una bóveda inmensa en la que la luz se va remansando sosegada.

Hay otros mundos, pero están en éste. Busco la sublime puerta pero mi mano naufraga. Nada pesa el corazón vacío, al soplo de la brisa remonta el vuelo, como blanca cometa. Quiere ser luz o estrella, pero la luna se ríe de su ensueño, mientras se rodea de un fascinante halo de misterio, ella la diosa de la noche y de las ausencias.

Pandero, abilucho, barrilete, con su esbozo abierto al aire, todos los caminos llaman a mi cometa. Más el alma vacía vive sólo en el magnetismo de su libertad sin fisuras, mientras se van apagando uno a uno los últimos días.

El mar prescinde de mis palabras, mientras se reviste de líquida inmovilidad plateada. Mostrando su mejor belleza la tarde lentamente acaba. Murmullo sereno de blancas espumas en la orilla solitaria.

El gran camino no tiene puerta, quien atraviesa esta valla sin puerta anda entre cielo y tierra en libertad.



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sábado, 22 de mayo de 2010

METAMORFOSIS DEL TIEMPO




















MAYO 22 Sábado


Con una sabia lucidez silenciosa, sólo la mar desgrana murmullos de seda y agua, el día comienza. Desde el azul lleno de sombra asciende internamente la luz lenta y calmada del alba. Sobre el horizonte hay unos jirones de bruma y nubes que el sol aún oculto incendia con su celeste fuego. Un buque anclado en la ensenada marina decide prescindir de sus balizas ante la aurora que crece incesante y luminosa. El firmamento se desdobla y sobre la superficie marina juega a esconder sus espacios infinitos en el espejo de plata de las aguas.

Los abiertos y desplegados toldos soportan la abundante insolación que se inicia, mantienen a raya el bochorno creciente. Se hacen indispensables ya desde las primeras horas para mantener fresca y agradable la alcoba. La alegre vivacidad sonora de las avecillas puntea sobre las cadencias alargadas y los silencios de la rompiente del mar en la orilla. La playa expectante espera su dichosa multitud de bañistas, cada día más creciente y diversa.

Como hoy he tardado en bajar un poco más de lo habitual, cuando llamo a Vicky, ésta no acude a mis silbidos. Sé lo que pasa, voy a comprobarlo, y se confirman mis sospechas. Vicky ha visto pasar a una señora amiga suya, y pedigüeña hábil, la ha llevado frente a la carnicería maulla que maulla, para que le compre un eurito de carne troceada. Allí me la encuentro, dando buena cuenta de una sobrada ración de lomo recién cortado. Esta gata no tiene un pelo de tonta.

El camino bajo el sol se refresca con una ligera brisa marina. Las palmeras parecen abrir sus palmas con entusiamo ante la luz que las inunda. El horizonte comienza a ser irreal, lejano, insólito bajo el exceso lumínico, alcanzando una profundidad desconocida, abriéndose en espacios y dimensiones que sobrecogen y asombran.

Piratilla feliz como siempre, y parece confirmarse que de forma ya habitual alguien le viene dejando tambien copiosas cenas. A la hora del desayuno no se dá ninguna prisa. Si me acepta algo es por consideración y educada amistad felina. Le repongo el agua, y le escondo dentro su ración, que consumirá durante el día, como compruebo cada mañana, cuando retiro la hoja de aluminio en la que le dejé el día anterior la comida. A la vuelta le ofrezco cuatro boquerones sobre el muro de piedra, y una última caricia.

Un mediodía pletórico, mecido por las olas, que aumentan según van avanzando las horas diurnas. La mar se envuelve en líquido ámbar cercano a la ribera, y cobalto decidido en la mitad de la bahía. Algunos balandros pasan lentos, abiertas y desplegadas sus velas.

La tarde es relajada secuencia del tiempo, pausada lentitud de suave somnolencia, luz dorada que todo lo inunda. Hay bullicio y risas de niños que juegan.

El crepúsculo ofrenda un baño de plateado azul a la superficie relajada del mar ahora, y entrega sobre el confín de las aguas su locura más deliciosa y violeta. Un navío detenido y solitario en mitad de la rada parece sumirse en una lejanía pensativa.

La noche aguarda, ya se presiente cerca tras la luz que declina. Acaba el día y tambien estas notas, el día finaliza, y ésta narración que ya es la última. Metamorfosis del Tiempo se llamaron todas, de un tiempo que en ellas antojadizo intenta quedarse, en el recuerdo y la memoria.

Mi adios más agradecido a todos aquellos que vivieron conmigo estas horas de dicha. Gracias amigos y hasta siempre.

See you pequeña y dorada estrella.





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viernes, 21 de mayo de 2010

METAMORFOSIS DEL TIEMPO



















MAYO 21 Viernes


Con delicada ternura o quizá indecisión el alba asciende sus clarines de luz sobre la detenida arista del horizonte. Suavidad uniforme de sus azules que se iluminan en un cielo sin límites, que imagina con añoranza las estrellas que tuvo y desaparecieron hace un instante sin apenas darse cuenta. Sobre las aguas el firmamento no cesa de admirarse, en silencioso asombro encuentra para su misterio otra dimensión en el piélago marino, que ofrece su espejo al espacio que se abre sobre él. Olas de levante acuden largas y solitarias, en secuencias de espumas sobre la orilla en penumbra. La playa recupera de nuevo sus ocultas e inacabables distancias, perdidas en la oscura noche, que finalmente abandona la arquitectura de sus sueños de sombras sobre la ciudad y la bahía.

Con habitual constancia y siempre fiel a su cita, Vicky atenta a mi silbido aparece sin tardar nada apenas. La mañana es aún fresca, el sol la va entibiando, pero es mejor buscar la media sombra que proporcionan las palmeras. La luz completa es ya la única dueña de la playa, que se llena de bañistas en estas primeras horas. Las palomas y los gorriones compiten por las migas que les dejo sobre los parterres de hierba.

El camino antes transitable y limpio por las lluvias del invierno y la primavera, con la última remodelación lo han cubierto de una medio tierra medio arena polvorienta y molesta. Casi es mejor abandonarlo en ciertos tramos, y continuar por el paseo que sobre la playa la circunda. Habrá que esperar de nuevo otro invierno para que al recibir chubascos y aguaceros se limpie esa mezcolanza en la que está revuelta la arena.

Piratilla se va a poner más que gordita, de anónimas cenas bien provistas, y de los desayunos que le traigo que apenas prueba pero que durante el curso del día de ellos da buena cuenta y nada deja. Es difícil hacerle alguna foto, es nerviosa, y desconfiada hasta de mí, pero encuentro alguna ocasión cuando se queda quieta con las incesantes limpiezas de pelo que lamiéndose una gata se administra a todas horas.

Gracias a la continua brisa marina el mediodía lleno de luz y calor es al menos fresco a la sombra. Las olas y los bañistas juegan, las espumas se extienden por la playa y la orilla. El mar ha tomado un color ocre ambarino en la rompiente, mientras es cobalto y verde en la lejanía.

Hay trabajo, pero termino bien a mi hora. La ciudad no descansa por la tarde, sólo los peatones caminamos sin prisa. El parque ofrece siempre el amable refugio de su arboleda, y el camino se hace agradable protegido del sol aún vivaz hasta en esas horas. El puerto remansa sus aguas, y los buques detenidos en sus muelles toman un aspecto adormilado y soñoliento.

La bahía se agita entre las olas que se oscurecen cuando la tarde declina. Se van los últimos bañistas.

Sólo queda el murmullo del mar poderoso y eterno.




© Acuario 2010