domingo, 23 de mayo de 2010

CRIPTOGRAMA DEL SILENCIO





MAYO 23 Domingo


Sí o nó, temblor esencial del ser y la nada. En el límite del universo de la mañana, bajo la luz abierta, todos los silencios hablan, su cifra oculta es sólo un gorrión que gorjea o una nube estática. ¿Que piensa dentro de su sonrisa el azul interminable del mar sin distancias?

No basta la omnisciencia, saber que pugnando en la misma sangre, buscando su curso, late desde siempre un proyecto que nunca elegí, que estaba en mí sin elección posible. ¿Dónde te he oído decir eso antes? Todo se resume en esta fruslería, legislación sin financiación. Y para facilitar las cosas, mejor cuesta arriba.

Volver la mirada hacia la memoria, en la puerta de embarque. Sólo falta la moneda en la boca. Mientras la tarde pasa, en instantes infinitos. No hay mejor silencio que su mirada soñolienta y llena de calma. El cielo es una bóveda inmensa en la que la luz se va remansando sosegada.

Hay otros mundos, pero están en éste. Busco la sublime puerta pero mi mano naufraga. Nada pesa el corazón vacío, al soplo de la brisa remonta el vuelo, como blanca cometa. Quiere ser luz o estrella, pero la luna se ríe de su ensueño, mientras se rodea de un fascinante halo de misterio, ella la diosa de la noche y de las ausencias.

Pandero, abilucho, barrilete, con su esbozo abierto al aire, todos los caminos llaman a mi cometa. Más el alma vacía vive sólo en el magnetismo de su libertad sin fisuras, mientras se van apagando uno a uno los últimos días.

El mar prescinde de mis palabras, mientras se reviste de líquida inmovilidad plateada. Mostrando su mejor belleza la tarde lentamente acaba. Murmullo sereno de blancas espumas en la orilla solitaria.

El gran camino no tiene puerta, quien atraviesa esta valla sin puerta anda entre cielo y tierra en libertad.



© Acuario 2010


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