lunes, 15 de febrero de 2010

METAMORFOSIS DEL TIEMPO

FEBRERO 15 Lunes


Toda la noche la lluvia golpeando los cristales, el huracán silbando, llevando de un lado a otro sus siseos y sus incesantes lamentos en atormentada lucha contra todo, las palmeras malheridas y zarandeadas ante la fuerza de su aluvión de ciega desesperación inútil. La aturdida madrugada en sombras, con todo el fragor de la rompiente rugiendo en la orilla. La mayor tormenta del invierno ha llegado.

Torpemente amanece, bajo una luz gris y débil, indecisa e inútil. El mar totalmente hirviendo de enojo, con un turbio y terroso verde, sucio de amarillentas espumas, asaltando decidido la indefensa arena, llevando su amenaza hasta límites nunca alcanzados en la playa, mientras la persistente tromba atrapa y cierra en redes cenizas todas las distancias, en tanto que el horizonte huye abrumado y enloquecido. El vendaval todo lo empuja, todo lo golpea, todo lo injuria.

Aprovecho para salir una medio tregua, casi sin poder abrir el paraguas debido al ventarrón, bajo una irregular llovizna. Agua por todos lados, charcos, humedad, lluvia, salitre que avanza en miles de gotas mínimas suspendidas como fina niebla debido al batallar de las olas en la rompiente clamorosa. El camino apenas transitado, mientras la bufanda varias veces casi se me vuela. He de confesarlo, disfruto con esta salvajada de día, ni yo entiendo porqué me gusta este desastre y cataclismo. Las gafas se me llenan de sal, la arena revolotea, las palmeras no saben donde esconderse, la bahía en torpe ebullición de olas y espumas. Pero Piratilla sale de su habitáculo y se pone a comer tan tranquila, no es la primera tormenta que ha visto, incluso alguna hubo que
logró llevar hasta casi su escondrijo las aguas marinas descalabradas y oscuras.

Con el mediodía la precipitación y catarata desde el negro cielo se reanuda, apenas hay visibilidad bajo la cortina de agua. Todo es uno y gris, mar y diluvio, no hay horizonte, sólo las gaviotas planean indiferentes a todo, mientras se deslizan en las corrientes de aire en danzas asombrosas que las elevan, o de izquierda a derecha de un lado a otro con ellas juegan.

Acudir al trabajo tiene algo de huida. Aún lleno de ocupaciones, en las tareas obtengo un benévolo oasis pacífico y tranquilo. Cuando termino la tarde presenta el mismo lamentable aspecto de frío, chubasco y grisura. Desde la atalaya de mi perspectiva ya en casa, tras los cristales continuamente zaheridos por la lluvia, veo un mar cansado y agobiado, ansioso, desesperado, todo dolor y furia. El levante sopla, vengativo, ciego, demencial. Un campo de batalla abandonado, solitario, húmedo, oscuro es ahora la playa.

La noche llega, ocultando todo el espectáculo de adversidad de la bahía, sólo las espumas aparecen y reaparecen luchando fieramente por no ahogarse en la orilla.




© Acuario 2010

2 comentarios:

  1. ...traigo
    sangre
    de
    la
    tarde
    herida
    en
    la
    mano
    y
    una
    vela
    de
    mi
    corazón
    para
    invitarte
    y
    darte
    este
    alma
    que
    viene
    para
    compartir
    contigo
    tu
    bello
    blog
    con
    un
    ramillete
    de
    oro
    y
    claveles
    dentro...


    desde mis
    HORAS ROTAS
    Y AULA DE PAZ


    TE SIGO TU BLOG




    CON saludos de la luna al
    reflejarse en el mar de la
    poesía...


    AFECTUOSAMENTE:
    AL VENT DEL MON


    ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE CABALLO, LA CONQUISTA DE AMERICA CRISOL Y EL DE CREPUSCULO.

    José
    ramón...

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  2. Bienvenido al SUR, a este mar romano y fenicio, griego, ancestral, único.
    Estás en tu casa, JOSÉ RAMÓN, amigo.

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