







enlazados mar y cielo por la bruma
la tarde remansa detenida sus horas.
¡ Cómo pesa sin nada el corazón vacío !
Transcurren solapados los meandros del tiempo,
en el olvido de mí mismo
sin sueños ni proyectos a duras penas respiro.
Una taza de té y música de violas
sedosa mezcolanza que asciende y murmura
espacios de nostalgia del ayer y del pasado.
Cálla le digo a mi conciencia,
sonríe me conmino,
estoico persevero en un mar de calma
mientras en silencio despliego mis velas
y desconocidas rutas a la percepción se muestran.
Impasible mientras mi victoria es inevitable pérdida
así es el enigma que recorre mi extravío.
© Acuario 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario