martes, 6 de julio de 2010

CRIPTOGRAMA DE LA PALABRA






¿Una oculta armonía?
¿Una luz advenida?
¿Verdad inexpresable?
¿Una emoción predestinada?
¿Completa fidelidad?
¿Una gota de sabiduría?
¿Deliran los dioses?
¿Un rayo de lucidez?
¿Renacer a la vida?

Cesó la angustia y sus amargos mordientes
y se abren los nuevos caminos de la dicha.

Resurge la tibieza de la tarde
y el rostro de la noche que se acerca silenciosa
con su fresco portal de sombras.

Todas las promesas han florecido
y su abundante fruto madura al dorado sol
que se derrama
sobre el iluminado espejo
del rio Betis de caudalosas aguas
pletóricas de fructífera savia para la reseca tierra.

Desde el mar la brisa
asciende y proclama con aromas de sal y algas
la belleza renaciente e incesante de la vida.

La playa exuberante
de espumas y cánticos rebosando enigmas
espera la luz de estaño luminiscente de la luna
mientras el tiempo se ha detenido y duerme sobre la orilla.

El mañana se hace ya presente en nuestras manos,
la certeza se alza al cielo como única respuesta
y en la serena paz de la noche el infinito es sólo alegría.




© Acuario 2010

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