sábado, 3 de julio de 2010

CRIPTOGRAMA DEL SILENCIO





¿Porqué derruir el anhelo
de unos senectos muros que lograron su ensueño
y vincularon en mágica fusión el murmullo de la mar
con el asombro del cielo?

¿A qué desalojar de la fluída extensión turquesa
vivo cristal infinito y espejo del firmamento
el mirífico sortilegio de las cantilenas,
admiración de los dioses,
las musicales consejas de oceánidas y neriedas?

En sus terribles enigmas se ocultan ancestrales signos,
los tiempos del bronce y los siglos,
en fascinantes melodías que el viento sobrecogido proclama.

¿No ves a los marinos hechizados en deleitoso delirio
ausentes y extasiados
mientras el gobernalle abandonan en las espumas
en las salobres fragancias de olas sobre las que Neptuno reina?

El alto torreón no desatiende su vigía
ni su luz se ha cegado sobre las opacas nieblas,
ante nosotros se eleva como línea de vida
surgiendo con más excelsitud desde su alminar afortunado
mientras el alba se abre en silenciosos clarines
entre los que el jazmín y la dama de noche respiran.

En los anchurosos torrentes y aguas
de tu río incontenible y espléndido mi sed se ubica
y el laberinto de tus sombras bajo su espejo ocultas
son fantásticas y erráticas quimeras
abriendo y revelando el arpegio y la cadencia
del coral y de los campos
de sedosas algas y sargazos
bajo la oceánica mar que sueñas.

Resuelta y audaz en ti se advierte
la palpitante promesa
del más antiguo honor y de la épica
mientras en el vuelo inalcanzable de tu verbo
en invisible y recóndito abrazo
mi más insondable ánima hacia ti se vierte,
y en silencio te busca y te encuentra.




© Acuario 2010



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