domingo, 25 de julio de 2010

CRIPTOGRAMA DE LA PALABRA





Como voz que no encuentra su espacio
vendaval sin rumbo ni esferas
mi abrazo estrecha sólo un mar de sombras
ante una tarde que ignora ser ausencia.

Incólume flamea mi insólita entereza
secreta y ardiente enseña de fuego
oculto signo y caudal de invencible fuerza.

En misterioso torrente acudes y mi sed aplacas
como incesante murmullo tu luminosa presencia.

Sólo por un instante el dado muestra dos caras
un relámpago cruza la escena
y todas las preguntas prohibidas se desploman
y revelan el origen de su oscura sangre lasciva.

Se ha quebrado el encantamiento que mis sienes ceñía
corona de dolor y ciega condena.
Un fiero huracán de nueva libertad se esparce
invisible y silencioso hasta la última dendrita.

Si quieres expresar la verdad
desecha tus palabras, desecha tu silencio.

Fué sólo un parpadeo,
la primavera suena obtusa pero la respuesta es íntima.

No es necesario que la palabra venga de la lengua,
si estallara la iluminación desbordaría el océano..,

y que otro termine este poema.




© Acuario 2010

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