Ayer la presencia inesperada de un buen puñado de versos..., ¡ tuyos ! Comienzo su lectura casi temiendo se desvanezcan. Al alivio inicial que siento le sigue una niebla confusa de pesar lleno de interrogantes, de preguntas que surgen, de silente tristeza sin más respuesta, sin evaluación cierta.
Encaro luego al tiempo que no huye, que en tu poema permanece, y de nuevo tu arrebatado deliro subyugante me rodea e interpela, me asombra y me abate, y su arrullo me somete inevitablemente
No sé, no puedo esconder mis silencios en ninguna parte, mientras una movediza e inestable tierra parece abrirse ante mí cuando intento ofrecerte alguna palabra, la duda oscila de un lado a otro.
No sé, no puedo esconder mis silencios en ninguna parte, mientras una movediza e inestable tierra parece abrirse ante mí cuando intento ofrecerte alguna palabra, la duda oscila de un lado a otro.
Pero he alzar mi único mensaje: aquí estoy, estoy atento, te escucho.
¿Que puedo ofrecerte? La libertad es tuya y mi amistad te pertenece. Alzo mi plegaria por ti siempre.
La tarde envuelve en seda su luz pausada. El mar disimula sus bostezos, con suave plata se revisten todos sus líquidos azules, desde un cielo que desfallece.
¿Que puedo ofrecerte? La libertad es tuya y mi amistad te pertenece. Alzo mi plegaria por ti siempre.
La tarde envuelve en seda su luz pausada. El mar disimula sus bostezos, con suave plata se revisten todos sus líquidos azules, desde un cielo que desfallece.
El dulce fuego de la luna bañará las aguas en breve, mientras con su fresca sonrisa, en silencio, el rocío acudirá a ungir tu frente.
© Acuario 2010
.jpg)
.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario