CRIPTOGRAMA DE LA PALABRA

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Todas las voces en mi sed se evaden y deslizan a mi pesar buscándote /
más fuertes en su ciega determinación que el viento de la noche y sus ocultas espirales /
más enloquecidas que las abiertas espigas entre las amapolas del sueño /
más inexplicables que la ausencia y el misterio extendidos /
en incontenible distancia ilimitada /
iluminando el apogeo de mis palabras con desconocidas salmodias. /

A mi paso las avenidas desploman sus líneas de sombra y nostalgia /
buscando la pleamar soberbia que eleva el delirio de la tarde
sobre un fimamento de indecisas nubes sólo enigma y apariencia. /

Pero nada escinde el acerado perfil que dibujas /
en una callada persistencia opaca de días inagotables /
en un tiempo telúrico que oscila entre el temblor roto y el tierno lamento. /

El dolor ha abierto de nuevo afiladas sus garras /
y quema los dorados campos de la primavera que el verano ya reclama /
y ciega y nubla con renovada furia todos los pensamientos /
que esperan sólo de tí una iluminada sonrisa. /

¿Qué otras pueden ser las líneas
a vuela pluma no escritas en el dorso de la brisa ?
¿Cuál es el aéreo camino
por el que acudieron tus silencios como palomas?

Sólo puedo ofrecerte la respetuosa ofrenda
de una mano que en tí encuentra su fuerza,
la oración del que nada sabe
y todo en Él lo espera.

Los celestes dinteles de la Vida
son aún más infinitos que las estrellas.

© Acuario 2010