jueves, 11 de agosto de 2011

CRIPTOGRAMA DEL SILENCIO

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Mil veces sucumbiendo
ante el vindicativo pulso de tu ausencia
abrazado a la tenaz desorientación de mi derrota,
el tiempo ostenta amargas filacterias confusas
e inclementes clarines de dolor
donde mi lealtad se alzaba en tu búsqueda,
donde la suave dicha se extendía como iluminado rocío
sobre secretos jardines de mirto y madreselvas.

¿Porqué viraste en inasibles fractales
enloqueciendo los cristalinos vértices
de mi grial y mi ofrenda?
¿Porqué cegaste implacable y sañuda
en erial calcinado y vesánico orco
el fiel espacio de mi mano abierta?

En aras desdeñosas
convocas distancias y fulminas huellas
mientras crece el infinito de mis dudas,
excluído de mí mismo
bajo insondable estupor delirante
me extingo
en la terebrante evidencia de tu pérdida.

¿Dónde el inaccesible sortilegio?
¿Cúal es
el mágico exorcismo,
el taumatúrgico ensalmo
que tu amistad me devuelva?







© Acuario 2011

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