domingo, 7 de agosto de 2011

CRIPTOGRAMA DE LA PALABRA

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A barco nuevo, capitán viejo

¿Qué se siente en el tiempo que nunca acaba?
Así dijiste
relampagueando con lúcida gnosis
candente rayo que enarbolaba
la indigencia de mi sed
los calcinados harapos de mi hambre..,

siempre oculta y en silencio
litúrgica herida inexorable y dolencia incomprensible
quemando como ascua infernal la caricia ausente
necesidad infinita de calor fecundo
errático ensueño imposible e insaciable.

Perfecta y candente vivisección
de cruel inclemencia salvaje,
sentimientos, trasgresión, esperanza y anhelo asolados,
delirante dolor brotando
en descontrolado reguero abierto,
efusión incontenible bajo la feroz acometida
de la espada de tu verbo atronante.

Aniquilados y enmudecidos mis artificios
lacerante sierpe agresora tu palabra y certidumbre
revelación y exégesis
volcánica conminación e ímpetu sin límites
enajenante embate.

¿qué se siente?

Derruyendo embozos y arrancando máscaras
en atávico despecho inexorable
cauterio inflexible y atroz grito del doliente amor
que en ambos deambula inerte.

¿me preguntas qué se siente?

Fogata de viejo olivo..,
siempre múltiple y uno, claror rojo invasor
siempre loco y vibrante.

¿qué se siente
amartillado por el desamor
en asidua y cotidiana muerte?








© Acuario 2011

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