CRIPTOGRAMA DEL SILENCIO

Ni un sólo paso más, ni una palabra
esa era mi propuesta, rota como ves,

insondable
y al mismo tiempo totalmente accesible en mi torpeza.

Nada se oculta a tu mirada de oceánicos trigales
rozagante esmeralda

transmutada en oro y fuego
sol que inunda poderoso todas mis ausencias.

Nada se encubre a tu ensueño nigromante
a tu complicidad desnuda.

En líneas de ilimitados campos de locura me desvelas
y yo sigo el registro de tu idioma

de mil lenguas y sentidos

al azar tus señales
aquí decepción, allá la oportunidad última...

Otrosí añades recuerdos
¿quién sabe cuándo dormidos?
y perfilas ese tu encantado castillo
experiencias e imágenes alzándose hasta el infinito
babel de entrecruzados signos

tal como somos
máquinas deseantes y hambre de sentidos.

Hasta que un día en mí se deshicieron los velos
silencio y luz inexplicable
toda mi sed saciada al fín
más allá de mi mismo.

© Acuario 2010