
A veces y siempre
también eres tú mi inaccesible sorpresa,
la verdad diáfana se agita hirviente en tus manos
llenas de instinto, intuición y sombra.
Sólo te pido que a mi ruego cedas
nunca pignores tu libertad ubérrima
pues eres tú mi más sólida creencia,
jamás quisiera irritarte
pues temo más a tu odio que a la muerte
deseada.
A veces
y quizá con desorientada avaricia
admiro en silencio tu corriente impetuosa
y veo elevarse al albur tus olas
inquietas y caprichosas
cazadora Diana de tus sueños cautiva
y en luz ultraterrena ungida.
Pues tu destino es sazonada excelencia
juiciosa sagacidad lúcida
increible y equilibrada síntesis
de visionaria locura y sabiduría.
© Acuario 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario