CRIPTOGRAMA DE LA PALABRA

La tormenta cede sus negras alturas ya sin vuelo
haciéndose luz y tímida frescura
el caudaloso silencio se hace manantial de encuentro
e inmóvil estalla la dulce inocencia de la vida.

La dicha reabre sus aromas de cristal y transparencia
dorado septiembre madura en tu corazón de indómita pureza
mientras las cimas se coronan de fascinantes violetas
y el mar inunda su infinito con celestes azules
y solitario y profundo abraza sus veleros y sus olas.

El tiempo es un torrente interminable de ocultas presencias
sobre los puentes que despliegan su ternura escondida,
el viento desconoce sus nuevos caminos
mientras la tarde se embriaga de dulce y sutil tibieza.

Sobre la joven noche expectante y plateada
asciende oceánico y grácil
el vuelo de tu afable inteligencia.

Encubierta pero firme
¡ Que alegría reconocer
tu amistosa respuesta !

© Acuario 2010