
Abierta herida azul que el cielo ignora
con terco y simultáneo dolo y sonrisa
mientras el viento arrebola el seco estío
vertiendo su ignorada ausencia inhabitable.
Como una llamada que nunca acude
cual roto fragmento desolado de mi estupor incesante
así el tiempo clama silencioso su temor sediento y abandonado
en dos mitades desunidas que jamás se reconocen.
Pues nos hemos ciegamente sometido
a este errado espacio de distancias
que circulan secretas en nuestra sangre
con pulsos oblicuos
y sigilosos desgarros que atrozmente nos golpean
con inútiles puñales .
Acosadas en el lento goteo de la nostalgia
creciendo libres como dolientes sueños
otras voces afloran ocultas
bajo el limpio manantial celeste de la tuya.
Clamores inversos, sonidos de sombras
orillas de un océano interminable de brumas
que extiende su infinito atormentado
en el encendido beso que asalta tu boca.
Impulsado por mi delirio
sumerjo mi noche en la desierta tierra
escombrera de naufragios
radiante desvarío de cansancios
olas heridas de espanto
mientras la luna solitaria con su vela de plata
dueña de mi silencio navega.
© Acuario 2010
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