
Abre lentamente la tarde su exilio
y se desmorona una lejana luz titubeante y dormida
inmóvil vastedad apagada de confusión
que se detiene dubitativa e indecisa.
Hasta que cantarina y electrónica
recibo la algazara de tu palabra
la feliz trapatiesta de tus preguntas
el alegre alboroto de tu pujante risa.
Y ya otro pulso late
análogo y distinto..,
a mi alrededor instalas tu oculto bullicio
la amigable presencia alada de tu afecto
el aliento y la ofrenda
a mi alrededor instalas tu oculto bullicio
la amigable presencia alada de tu afecto
el aliento y la ofrenda
de tu atenta y radiante simpatía.
© Acuario 2010
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