Divina ebriedad llena a rebosar
de ahogado enigma y silencio mi copa,entre nosotros se extiende
una conversación sonámbula
de aguas ocultas y mudas,
oscuro anatema y celeste penumbra
todo el lugar de la vida usurpa.
Visceral maleficio indómito
me invade de confusión y distancias
y turbio y herido me ocupa,
todo se quiebra en una lejanía
sibilina y ambigua.
De nuevo ilegible
el verdiacuoso firmamento mitológico
de tus luceros,
la sencilla alegría chispeante
de aquellos momentos
fugitivos..,
y turbio y herido me ocupa,
todo se quiebra en una lejanía
sibilina y ambigua.
De nuevo ilegible
el verdiacuoso firmamento mitológico
de tus luceros,
la sencilla alegría chispeante
de aquellos momentos
fugitivos..,
ya sólo serán un recuerdo
en mi agostado espacio
de ciega oclusión y fractura.
© Acuario 2011
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