oculta y a cada instante renaciente,
esta fantasmal profundidad silenciosa
con la que me cercas y me invades y me envuelves
desolador e inesperado preludio de muerte.
He de resistir desarticulado esta agónica ausencia
el incesante embate
encarnizado oleaje de dolor y perverso cauterio de angustia
de este océano iracundo y sin nombre
en el que exhausto se ahoga
éste ya mi último aliento
que solo en tí respira y sólo a tí pertenece.
Desarbolado por la duda
delirio inexplicable tu silencio enajenante
de mi mismo exiliado
vivo sólo aferrado a imposibles
mientras la noche es una quimera amotinada
y el engaño de tu distancia
acrecienta su espejismo inexorable.
Diluye ya, te lo ruego, aleja con tu luz clarividente
las inacabables sombras
opresión interminable que me asfixia y enloquece
y acude ya, veloz y alígera
con tus excelsas alas y el cristal de tu palabra
con la fluída maravilla de asombro
de tu enigma, temblor, lucidez y simiente.
Porque en tí surge mi única evidencia
porque mi devastado y ya en el olvido sueño
Diluye ya, te lo ruego, aleja con tu luz clarividente
las inacabables sombras
opresión interminable que me asfixia y enloquece
y acude ya, veloz y alígera
con tus excelsas alas y el cristal de tu palabra
con la fluída maravilla de asombro
de tu enigma, temblor, lucidez y simiente.
Porque en tí surge mi única evidencia
porque mi devastado y ya en el olvido sueño
nada más el manantial de tu verbo conmueve..,
porque mi sóla y última certeza
tu eres.
© Acuario 2011
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