En virtual irrealidad
integrado día a día en el intrínseco delito
integrado día a día en el intrínseco delito
de existir
divergente milito en mi delirante inframundo
divagando enajenado
en la disyunción creciente del célico perímetro
de tu estela y de tu surco.
Oscuras llamas equívocas
señalan
dolientes campos de trincheras y espino
receloso solar de distancias y pugnas
arriscado erial de opaco presagio
estéril horizonte de invertebrado suplicio.
Más el interior es luz y sed de luz
único anhelo
por encima de cualquier muerte o artificio
inenarrable caudal alimentado de sí mismo
creciente evidencia de amor infinito.
Y desde este espacio que es también tuyo
profético silencio, revelación y designio
errante argonauta
divergente milito en mi delirante inframundo
divagando enajenado
en la disyunción creciente del célico perímetro
de tu estela y de tu surco.
Oscuras llamas equívocas
señalan
dolientes campos de trincheras y espino
receloso solar de distancias y pugnas
arriscado erial de opaco presagio
estéril horizonte de invertebrado suplicio.
Más el interior es luz y sed de luz
único anhelo
por encima de cualquier muerte o artificio
inenarrable caudal alimentado de sí mismo
creciente evidencia de amor infinito.
Y desde este espacio que es también tuyo
profético silencio, revelación y designio
errante argonauta
sobre olas de creciente paradoja cobrando barlovento
hacia la cercanía de tu ausencia
me encamino y me alejo.
© Acuario 2011
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