Por encima del magnetismo de la ficción
y soportando la torpe humanidad que padezco
he de abrirme paso
hasta los espacios de la verdad completa,
hacia la suavidad de nuestra renaciente locura
y alcanzar el triunfo de la desnudez sincera.
Enemigo de mí mismo me oculto
bajo la ínfula de una vana suficiencia,
se tejen y desatan en fatuas líneas sin orillas
todos los internos itinerarios de mi razón ciega.
Sin otro manto que mi pobreza
acudo a tu mano generosa,
sin otra fuerza que mi debilidad completa,
sin más luz que la seguridad de tu clemencia.
Roto el desencuentro y su veneno
renaciente destino se abre y nos ilumina,
cayeron desplomados
todos los artificios de las sombras,
y con júbilo impaciente acude ya
y soportando la torpe humanidad que padezco
he de abrirme paso
hasta los espacios de la verdad completa,
hacia la suavidad de nuestra renaciente locura
y alcanzar el triunfo de la desnudez sincera.
Enemigo de mí mismo me oculto
bajo la ínfula de una vana suficiencia,
se tejen y desatan en fatuas líneas sin orillas
todos los internos itinerarios de mi razón ciega.
Sin otro manto que mi pobreza
acudo a tu mano generosa,
sin otra fuerza que mi debilidad completa,
sin más luz que la seguridad de tu clemencia.
Roto el desencuentro y su veneno
renaciente destino se abre y nos ilumina,
cayeron desplomados
todos los artificios de las sombras,
y con júbilo impaciente acude ya
una diáfana mañana
que se alza nueva y espléndida.
que se alza nueva y espléndida.
© Acuario 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario